La brecha de género en los nombres de las calles europeas está lejos de solucionarse

En 30 de las ciudades más grandes de Europa, las calles nombradas en honor a hombres suponen el 91 % de las vías dedicadas a personalidades. Este desequilibrio empieza a reducirse en algunos lugares, aunque demasiado despacio: a este paso, llevaría siglos eliminar esta disparidad.

Published On: marzo 6th, 2023
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© Sheldon.studio

Ya sea una carretera principal en las afueras de una metrópolis o un pequeño callejón del centro de la ciudad, en el norte de Escandinavia o en el Mediterráneo, en la ciudad más al oeste de Europa o en Kiev, las calles de toda Europa tienen al menos una cosa en común: rinden homenaje a muchos más hombres que mujeres.

Nuestro análisis se centra en las siguientes ciudades: Atenas, Barcelona, Berlín, Breslavia, Bruselas, Bucarest, Budapest, Chisináu, Copenhague, Cracovia, Debrecen, Gdansk, Génova, Katowice, Kiev, Lisboa, Lodz, Lyon, Madrid, Milán, Palermo, París, Praga, Roma, Sevilla, Estocolmo, Turín, Varsovia, Viena y Zagreb. Puede explorar las calles de cada uno de ellas aquí .

En colaboración con otros miembros de la Red Europea de Periodismo de Datos, hemos examinado 145 933 calles de 30 grandes ciudades europeas en 17 países diferentes, miembros o candidatos a la UE. De media, el 91 % de las calles con nombres de personas ilustres rinden homenaje a hombres. En la ciudad con la brecha de género más pequeña, Estocolmo, las calles con nombres de hombres célebres siguen ascendiendo al 80 %.

Ciudades diferentes, mujeres diferentes

Las distintas ciudades presentan diferencias. En primer lugar, en algunas regiones de Europa, especialmente en el norte y en la zona centro-oriental, no es muy común dedicar calles a personas. Aparte de Estocolmo, las ciudades con más calles nombradas a partir de mujeres son las españolas y Copenhague, si bien los datos referentes a España son elevados debido al gran número de calles que llevan el nombre de los muchos títulos de la Virgen María (211 calles en solo tres ciudades). Por el contrario, en Atenas, Praga y Debrecen, menos del 5 por ciento de calles con nombres de personalidades rinden homenaje a mujeres.

Proporción de calles con nombre de mujer del total de calles que rinden homenaje a personas.

En total, las calles incluidas en la investigación rinden homenaje a unas 41 000 personas diferentes. Si bien Europa tiene una densidad de población alta y miles de años de historia, solo 3500 mujeres ponen nombre a alguna calle de las 30 ciudades del estudio. Imaginemos que todas viviesen en la misma época: todas podrían vivir en una sola avenida. El callejero, sin embargo, es un recordatorio sutil pero efectivo de quien es o ha sido apreciado en nuestra sociedad y quien no. La preponderancia de figuras masculinas en nuestras calles también ejerce una influencia subliminal, aunque constante, que contribuye a perpetuar la marginalización de las contribuciones de las mujeres a la historia, el arte, la cultura o la ciencia.

La Virgen María o Santa Ana son las mujeres más populares de las ciudades examinadas. Sin embargo, la mayor parte de las calles con nombre de mujer no rinden homenaje a figuras religiosas. En general, honran a personalidades por su actividad en los sectores científico y cultural, incluyendo a escritoras y artistas. Figuras de la nobleza o mujeres comprometidas políticamente también son homenajeadas con relativa asiduidad en Europa.

Sin embargo, existen diferencias notables entre ciudades. Por ejemplo, tanto Copenhague como Cracovia celebran a 71 mujeres mediante las calles de sus ciudades. Pero mientras que en Copenhague solo una de esas calles conmemora una figura religiosa, en Cracovia son al menos diez.

La disparidad entre ciudades prácticamente desaparece si atendemos a los orígenes de las mujeres que dan nombre a las calles: aparte de algunas santas procedentes de Oriente Medio, la mayoría provienen de Europa. Las excepciones más destacables son la política india Indira Gandhi y la artista sudafricana Miriam Makeba.

La brecha no desaparece

Es posible que la brecha de género en la nomenclatura urbana en Europa no sorprenda a nadie, teniendo en cuenta los siglos de marginación que las mujeres han sufrido en la educación, la vida pública y la economía. Las calles tienden a reflejar las relaciones de poder de la época en la que se construyeron las calles, que para la mayor parte de las ciudades de nuestro continente fue en los siglos XIX y principios del XX.

Gracias a los esfuerzos de un gran número de activistas e intelectuales, ha aumentado la concienciación en Europa sobre la representación excesiva de hombres blancos pudientes. Sin embargo, los datos indican que esta información aún no ha conducido a un cambio significativo en el callejero. Hemos examinado la nomenclatura de las calles, así como las prácticas de cambio de nombre en algunas de las mayores ciudades europeas durante la última década: la información extraída nos indica que ninguna población se ha acercado si quiera a reducir la distancia entre géneros, y algunas incluso han perpetuado la brecha. Por ejemplo, Ámsterdam, Berlín, Milán y Valencia han seguido dedicando más calles a hombres que a mujeres entre 2012 y 2022.

"Desde 2017 adoptamos una igualdad de género estricta en los nombres de las calles, y por cada nuevo hombre homenajeado, rendimos homenaje a una mujer. No obstante, seguimos recibiendo diez veces más propuestas de figuras masculinas que femeninas", afirma Antonella Amodio, la encargada de decidir los nombres de las calles en Milán. La percepción más generalizada de la cuestión ha derivado en una mayor conciencia: la ciudad ahora vigila esta brecha de género y está creando una web para explorar los lugares y monumentos dedicados a mujeres destacadas y sus vidas.

Conseguir la paridad de género no ayudaría a eliminar esta brecha: de hecho, ni siquiera se conseguiría dedicando a mujeres la mayoría o todas las nuevas calles. Básicamente, las ciudades europeas no crecen tan rápido como antes, con solo un puñado de calles nuevas al año. En las ciudades analizadas hay ahora mismo 43 000 calles más con nombre de hombre que de mujer. Incluso aunque todas las calles nuevas honrasen a mujeres, seguiríamos necesitando siglos para eliminar esta disparidad.

Asimismo, algunos académicos y activistas señalan que las nuevas calles dedicadas a mujeres suelen situarse en la periferia, en barrios residenciales donde la visibilidad es mucho menor. Por el contrario, las calles en honor a hombres siguen nombrando las vías y plazas más importantes del centro de las ciudades. Por ejemplo, un estudio sobre las calles de Bruselas de 2021 descubrió que "cuanto más relevante es la calle, menos nombres de mujeres hay".

¿Cómo podemos avanzar?

Cuesta imaginar que renombrar las calles existentes de manera sistemática pueda eliminar la brecha de género. Para empezar, no sería ni práctico ni fácil cambiar cientos de miles de direcciones. Una estrategia más viable podría ser rendir homenaje a mujeres en los espacios públicos, como por ejemplo llamar colegios, parques o núcleos de transporte en su honor.

No existe una solución única, pero las propuestas participativas y de abajo arriba deberían favorecerse, pues constituyen un importante motor de cambio. Réka Sáfrány, la presidenta de European Women's Lobby, está de acuerdo: "Es esencial que los gobiernos locales colaboren con la sociedad civil para decidir los nombres de las calles, pues consultar a la población puede resultar útil. En algunos barrios de Budapest, por ejemplo, puedes votar a qué personalidad rendir homenaje con la calle". Efectivamente, las estrategias de abajo arriba producen debates estimulantes que cuestionan los valores sociales. Por otro lado, los cambios de nombres ejercidos de arriba abajo corren el riesgo de convertirse en simples oportunidades de promoción para políticos locales en lugar de ser un auténtico catalizador de cambio.

Tal y como señala Sáfrány: "Deberíamos encontrar una forma de asociar todas estas buenas prácticas e incentivar su difusión a otros lugares. Sería muy beneficioso si la UE contribuyese en la promoción de estos intercambios". Mapping Diversity (cartografiando la diversidad), el proyecto de EDJNet sobre los nombres de las calles, se ha diseñado para favorecer los debates participativos y públicos sobre la brecha de género y la incorporación de la perspectiva de género en los espacios públicos mediante la aportación de información detallada y comparada a una escala insólita. Las comunidades locales ahora pueden servirse de esta información de libre acceso para aumentar la representación de las mujeres. Para más información, consulta MappingDiversity.eu .

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