No existe una definición homogénea ni datos comparables entre países. Una directiva propuesta hace un año plantea que sea obligatorio recopilar esta información en toda la Unión Europea.
Esta investigación transfronteriza sin precedentes, realizada con la participación de 18 redacciones europeas, trata de arrojar luz sobre los feminicidios, la violencia creciente contra las mujeres durante la época de la pandemia, y la impactante escasez de datos sobre estos fenómenos.
Con una gran cantidad de reclusos y unos tiempos de detención muy superiores a las medias europeas, el sistema judicial griego aplica la prisión preventiva de manera desmesurada.
En España, la tasa de suicidios de las personas internadas a la espera de juicio es 23 veces más alta que la de la población general y 1,58 veces mayor que la de los presos condenados.
La jornada media semanal se ha reducido en toda Europa desde el año 2000 y España podría alcanzar las 35 horas para 2050.
La compensación que se ofrece en España oscila entre los 800-1.200 euros. Si se tiene en cuenta el salario mínimo, equivale a 3,5 semanas de trabajo.
La situación es mucho más difícil para personas trans e intersex. Además de la barrera legal, el escollo puede ser también económico: la mayoría de los sistemas públicos de salud cubre solo una parte, tienen listas de espera muy largas o criterios estrictos de acceso.
Los vetos en muchos países europeos llevan a miles de personas al extranjero para acceder a las técnicas de reproducción asistida. En algunos casos, se ven obligadas a hipotecarse para poder costear los tratamientos.
Muchas comunidades incumplen el mínimo establecido en la cartera básica común del Sistema Nacional de Salud y racanean con el número de intentos, la edad máxima o imponiendo requisitos extra.