Ahora que la covid es el centro de atención, los refugiados y los migrantes indocumentados han caído en el olvido. No obstante, la causa de su desaparición de la orden del día les ha afectado sobremanera.
En los últimos diez años, ha habido un descenso significativo en el número de homicidios y suicidios registrados en la Unión Europea (UE). Aunque la situación en los países del norte no es tan optimista, en los países del sur se ha observado un considerable descenso de muertes violentas por cada 100 000 personas.
En lo concerniente a la situación laboral y a la estabilidad mental, los jóvenes son los más perjudicados en Europa, según ha revelado un informe realizado por Eurofound.
La batalla entre la UE y AstraZeneca sobre el retraso en la entrega de las vacunas ha revelado numerosos contratos firmados con las grandes compañías farmacéuticas (Big Pharma) que han resultado bastante polémicos. Uno de los problemas presentes en los contratos es la ambigüedad que rodea el tema de las fechas de entrega. Sin embargo, los abogados que han investigado los acuerdos afirman que las compañías tienen una clara ventaja sobre la UE.
En muchos países europeos la cobertura psicológica en el sistema sanitario es inadecuada o incluso inexistente. En España, las largas listas de espera y la falta de recursos, entre otros, empujan a los pacientes con ansiedad o depresión al sistema privado (si lo pueden pagar).
La COVID-19 ha paralizado la asistencia sanitaria en salud mental, ya muy debilitada. Antes de la pandemia, España solo había puesto en marcha varios programas piloto de telemedicina en algunas zonas y estaba a la cola europea en el número de psiquiatras por cada 100.000 habitantes.
Las compañías farmacéuticas están abiertas a colaboraciones piloto con terceros para producir vacunas contra el coronavirus, pero se niegan a compartir sus licencias y beneficios. Los gobiernos de la UE se quejan de la falta de vacunas, pero no cuestionan la organización monopolística de la producción.
La Unión Europea oscila entre la defensa de la salud y la defensa del monopolio de la industria farmacéutica. La UE se niega a liberalizar la producción de vacunas a riesgo de entorpecer la inmunización colectiva necesaria para la recuperación económica. Primera parte de una investigación formada por tres partes.